Mentoplastia

Sus riesgos potenciales incluyen reacciones adversas a la anestesia, contractura capsular, migración del implante una vez colocado (se rectificaría con una segunda intervención para reajuste), infección o una forma no natural. La infección suele ser la complicación más frecuente, pero se controla fácilmente con la administración de antibióticos. Cabe la posibilidad de que pequeños nervios queden afectados lo que genera insensibilidad en el labio y el mentón después de la cirugía.

Es obligatorio evitar la toma de medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico o derivados durante dos semanas previas a la intervención. Se suspenden también durante ese mismo período de tiempo los fármacos antiinflamatorios. Nuestro equipo médico te indicará puntualmente el resto de detalles relativos a documentos o instrucciones concretas para la cirugía.

Los cirujanos oculoplásticos intentan siempre esconder las cicatrices lo máximo posible. Normalmente, después de la intervención queda una pequeña cicatriz en el pliegue del párpado que en unos meses deja de ser detectable. Estas pequeñas marcas, además, se pueden ocultar siguiendo una serie de tratamientos basados en cremas.

Erróneamente se cree que las bolsas están rellenas de un líquido que se puede extraer con una jeringuilla. Las bolsas son tejido graso formado por el desgaste de las almohadillas que envuelven y amortiguan el ojo dentro de la órbita. Con el paso de los años, en algunas personas predispuestas genéticamente los tabiques que separan estas almohadillas se van debilitando y formando estas bolsas.